Estelí, Mayo 15 de 1995
La guerra desatada entre los poderes del estado nicaragüense es, además de indecorosa, profundamente inhumano y amoral.
Mientras el pueblo sufre los efectos de infinidad de problemas, que cada día que pasa, agravan más su actual mísera existencia, los PATRIARCAS, indiferentes a sus debidas responsabilidades, gastan sus masas grises buscando planteamientos políticos que les garantice el monopolio del poder absoluto. ¿Y el pueblo qué?... ¿Qué coma cuita?
No se puede más: Dan respuestas concretas y positivas a la crisis nacional, o el pueblo estalla y los que irán a comer cuita, serán ellos. Esa es la verdad y aguarden que está en camino. ¡No tarda!
Ahora veamos el asunta dentro de su estructura legal:
El presidente y los diputados son elegidos mediante sufragio universal (Poderes Soberanos) bajo los dictados de una Carta Magna (la constitución) que es la ley con que se rige todas las actuaciones del Estado y promulga los derechos y deberes de instituciones y ciudadanos en general.
Los dictados de la Constitución Política de un país son inapelables mientras no se cambien sus acápites dentro del orden establecido por ella misma.
a) La Asamblea Nacional, (Poder Legislativo) o sea los diputados en función, legisla (hace leyes)
b) La Presidencia de la República, (Poder Ejecutivo) publica y ejecuta lo legislado o veta.- Si no hay legislación, no hay poder ejecutivo; puede Promulgar decretos atados a la constitución, si no es así, sus decretos son ilegales.
c) Los Magistrados (Corte Suprema de Justicia) estos son escogidos a conveniencia del Presidente de la República y la Asamblea Nacional.- Son cargos de “dedo”, no son elegidos por el pueblo, por lo tanto no lo representan y sus funciones se limitan a dirimir derechos y deberes dictados por la Asamblea Nacional y publicados conforme la ley por la Presidencia de la República, teniendo como base sustancial los preceptos de la Constitución Política del país.
¿Qué se deduce de este planteamiento?
Si la Asamblea Nacional considera conveniente hacer ajustes en la constitución vigente mediante reformas en sus artículos y éstas las hace estrictamente bajo los principios constitucionales (o sea, sin violar en ningún momento la constitución) las reformas son axiomáticas, no cabe discusión ninguna y la Presidencia de la República en cumplimiento a los deberes que le dicta esa constitución, tiene que publicarlos para que se cumplan.- Si en acto de rebeldía no lo hace, se produce un vacío legal en la Constitución, perjudicando a la ciudadanía.-
Si las reformas se hicieran violando los principios constitucionales, hay ilegalidad en ello y cualquier ciudadano puede Recurrir de Amparo ante la Corte Suprema de Justicia, señalando las irregularidades que se cometieron en la legislación de los mismos.- La Corte Suprema de Justicia
estudiará el caso y si comprueba la veracidad de la denuncia, da por ilegal lo actuado por la Asamblea, señalando minuciosamente los artículos violados.
En el caso del actual alboroto, la Asamblea Nacional dice que actuó estrictamente bajo el espíritu de la ley, y la Corte Suprema de Justicia lo confirmó.
La Presidencia de la República se niega a publicar lo actuado por la Asamblea, aduciendo que hay ilegalidad, pero no señalando las violaciones supuestamente incurridas.
La Asamblea Nacional llenando el vacío legal de la constitución, publica las reformas.
Organismos nacionales Recurren de Amparo ante la Corte Suprema de Justicia y ésta declara improcedente la publicación efectuada por la Asamblea Nacional, mediante un fallo ambiguo, pero deja asentado jurídicamente que las reformas están ajustadas a la ley y que la Presidencia de la República debe publicarlas.
¡Bueno!... Aquí están los puntos sobre las íes.- ¿Qué dice el Pueblo? Opino que el pueblo instruido está consciente de todo, y que si los Padres de la Patria no se ponen de común acuerdo para finiquitar el zafarrancho armado por ellos mismos, las masas beligerantes, si se pondrán de acuerdo, y procederán a desmantelar de una vez por todas a este gobierno de ambiciones descaradas y hará justicia con sus propias manos.
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