Estelí, 20 de Noviembre del 2002. -
La vida es una suma de instantes, siempre imprevisibles, pero hay que vivirlos con la intensidad que ella lo permita, actuando consecuente con lo venidero por si acaso llega.
No existe vida buena o mala, sólo son vidas, trozos de tiempo circunstancialmente relativos al espacio que se está teniendo la particularidad de existir.-
El esfuerzo sustancial en la vida, debe ser el del empeño que se debe poner en él manejar el difícil arte de respetar esta vida y sus propiedades, sin imponer condiciones de ninguna especie; la vida es tal cual es, y así hay que respetarla, respetándose uno primero para respetar a lo demás.-
El que aprende respetar verdaderamente, sabe vivir.-
La impaciencia, la inconformidad, la incomodidad, la dualidad, el mal carácter, el rencor y el odio, son negaciones concretas a la vida, esto no es conformismo dañino, aceptación a lo establecido; se debe vivir procurando siempre que cada acción realizada lleve implícito la constante negación en contra de todo lo actualmente establecido y dañino a la comunidad.-
El deseo manifiesto de hacer algo en pro de algo, debe hacerse aprovechando él poder hacerlo, si se deja pasar en balde esos preciosos instantes, sólo queda el lamentarse, actitud nada beneficiosa para nada ni nadie.-
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