Estelí de Mayo de 1992. -
Digo, no como una cosa nueva, si no como algo que leí en algún libro octogenario o, en una hoja suelta recogida mientras daba saltos de viento en una calle o plaza de pueblo:
""El Ser es solamente circunstancias y nada más que eso""
Debería entenderse esa real conclusión, así dejaría de preocupar en extremo las cosas del diario acontecer y se viviría con más lógica.- La vida se desliza sobre el tiempo
y éste es manifestación de la existencia y producto de la voluntad ingobernable de la naturaleza.-
En su mayoría, todos queremos ser muchas cosas satisfaciendo particulares deseos.- Al poco tiempo nos enteremos que somos menos de lo que siempre soñamos.- Nos damos cuenta de ser negación de las primeras aspiraciones, muchas veces Esto causa desencanto, depresión y autorecriminación que lleva a buscar repuestas no adecuadas.- Es común acusarse de ser fruto de poco esfuerzo, desórdenes, mala suerte o planes no bien estructurados... Nunca se piensa en ser producto de circunstancias imprevisibles que se antepusieron a los más caros anhelos, proyectándose en realidades concretas jamás esperadas.-
No creo que se triunfe por lucha de inquebrantable vocación.-
El logro llega siempre por casuales de instantes fabricados inconscientemente.- ¡Claro! Sobre estandartes de triunfos, se hacen las historias de los incontables esfuerzos que se dispusieron para llegar a los buenos éxitos y, de estas coyunturas nacen los genios predestinados, las voluntades gigantes y los héroes.-
Las esperanzas, los sueños y las aspiraciones fijan metas, imponen derroteros, unos simples, otros complicados, pero en esencia, son fines los unos como lo otros.- Se pone, o no, empeño por llenar los cometidos, pero en el transcurso del tiempo, las cosas van cambiado, los panoramas se tornan diferentes y, al final, quizás se triunfe, pero, en la mayoría de los casos, las victorias no son las esperadas.-
El no saber asimilar los cambios que el tiempo le da a los derroteros y, no saber prenderse de los hilos que la vida pone en sus caminos, tal vez por ser contrarios a las aspiraciones propias, no se quiebran las líneas convencionalmente trazadas y se destrozan enormes empeños en las inconmovibles murallas de las circunstancias del momento.- A estos resultados, se le mal llaman comúnmente fracasos y, lo que realmente sucedió, fue falta de tacto para palpar los constantes zigzagueos, quiebres y dobleces del tiempo que se habitaba con relación a lo que se perseguía.-
Dice un refrán: Quizás esto, en síntesis, es lo que he querido expresar en mis apreciaciones.-
Veamos: Si se está de pie y se da un paso fijándose una ruta, el cuerpo, al instante, se proyecta a un punto, si no se da el otro paso para afirmar el viaje, irremisiblemente caerá truncando la marcha iniciada.- Si el cuerpo, en su inercia, da varios pasos hacia la meta prevista y, el último de ellos se va en falso, el marchante tendrá que hacer uso de habilidades exigidas por el desequilibrio, para con el próximo paso, aún cambiando el rumbo primario, pueda proseguir la marcha.- En este caso, el cuerpo no cae, Tambaleante logra recuperar la estabilidad, que es lo esencial y, el paso que lo recuperó,
posiblemente lo lleve a lugares ignotos o metas jamás previstas, pero abordándolas de pie.-
Debe creerse en el trabajo, en la constancia del quehacer diario, en la fe sobre las aptitudes personales y en la voluntad de proponerse a realizar lo que el instante brinda, cersiorándose bien si las actitudes en cuestión no van en contra de las conveniencias del momento.-
Lo expuesto, en conjugación con un rato de pensar en las circunstancias, razonando sobre éstas, si al momento son adversas, pueden transformarse en favorables y, si son
Favorables, pueden mejorar sus ya adecuadas condiciones; esto viene dando como resultado, casi invariablemente, buenos éxitos.-
Fijarse una meta e insistir en ella sobre todas las cosas, cegarse y trabajar sólo para conseguir el fin previsto y creer que es el camino de los buenos logros, es negativo y a la vez inhibe a tener la mente y facultades abiertas en pro de las buenas oportunidades que el camino de la vida en ese momento ofrece.-
Se debe ser polifacético, mimético sobre toda las cosas; aprender a transformarse o adaptarse al instante que está tocando vivir, siempre pensando, analizando, razonando sobre ellas para poder prever las buenas oportunidades que, sin distingo de clase, se brindan y, saber aprovechar esos momentos en favor de las causas que más convengan a las intrínsecas necesidades de cada cual.-
“”El Ser es producto invariable de sus particulares circunstancias... Nada más que eso””
Si se está consciente de esta verdad, hay más probabilidades de valerse bien de la existencia y salir avante en ella.- La claudicación en la lucha por la vida sólo es justificable con la muerte.-
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