En armonía con el clima cálido y húmedo de la selva tropical, hombres y mujeres andaban casi desnudos y en su mayoría solamente con un refajo de tuno o con una especie de bata envuelta. Los dignatarios llevaban, por lo menos según algunas descripciones, una vestimenta especial de diario. Para ocasiones especiales tenían una vestimenta de fiesta. Además, se pintaban el cuerpo o se lo tatuaban. Los vestidos, en especial los adornos del cabello, parecen
haber estado sujetos a las corrientes de la moda. En todo caso, acerca de esto existen diversos informes que nos permiten llegar a esta conclusión.
Charles Napier Bell (1862: 256) observó que el refajo, la única vestimenta de los nativos que él vio, tenía diferentes colores y dibujos. A veces se entreveraban también las plumillas de pato (Clatrina Moschata) entretejidas o bordadas. El encontró, además, que las mujeres andaban vestidas con menos adornos que los hombres. Los nativos tenían puesto, no solamente un refajo, si no, que llegaba desde la cadera hasta la mitad de la pierna, una falda envuelta.
Kari Bregener (carta del 13.3.1930 en Arch. Morav., Bethlehem, Pa.)
Encontró que la parte superior del cuerpo de las mujeres, permanecía desnuda y era untada con colorante rojo claro y en ocasiones se utilizaba también una especie de camisa que consistía en un pedazo de tuno o de tela de algodón. Hüipil
Pim-Scemann (Dottings, 1869: 415) Escriben que las mujeres a veces, aparte de la falda envuelta, también se ponían encima un pedazo cuadrado de tela de algodón para cubrirse la parte superior del cuerpo. Hüipil
La "falda envuelta" también es descrita por otros autores como Wickham, Conzemius, etc. Según Conxemius (1932: 22), consistía en un pedazo de tela de unas 2 ½ a 3 yardas de largo. Antes era siempre de tuno, pero después casi sólo de algodón.
Kari von Girsewatd (1896: 23) habla de "chales largos y angostos que se envuelven en la cintura y entre medio de las piernas" que usaban los hombres, mientras que las mujeres se vestían con la falda envuelta, es decir, con un paño que se envolvían alrededor de las caderas, y cuyas puntas ellas sencillamente metían por los lados. Pero él pudo observar que ya en aquel entonces los hombres compraban vestidos donde los comerciantes. Sapper (Diario No. XLV111) en 1900 en la parte superior del Río Coco vio solamente a un hombre con taparrabos, pero aún éste ya llevaba una camisa moderna encima. Todos los demás ya usaban ropa europea, prefiriendo dibujos con grandes flores y de colores llamativos. El misionero Haglund dice que "antes" los hombres andaban vestidos con una cinta, y las mujeres con un taparrabos. También Bruno Micrisch pudo constatar en 1892 que los hombres en su mayoría usaban ropa europea, y que solamente los viejos usaban el "paño que pasa por entre las piernas y que cuelga por detrás manera de cola”.-
Danzas
La danza, como expresión visible de los estados de ánimo v sus cambios por medio de los movimientos rítmicos del cuerpo, es la más primitiva de todas las artes. Música, danza y juego están íntimamente relacionados. Entre los nativos, la danza probablemente tiene un significado más ceremonial aún que la música, pues ésta a veces también existía como "música de entretenimiento".
Conzemiut: (1932; 115) tiene toda la razón al hacer resaltar la danza, prácticamente limitada a las diversas festividades, como de probable origen con significado religioso.
Bancroft (1875: 736), apoyándose en el relato de Bard, Squier, en su novela Waikna, dice que los nativos prefieren la danza en círculos Se mueven con paso lento y balanceado, dan un golpe con el tobillo a sus calabazas vacías, entonan un verso y, al final de éste, chocan sus vasos de bebida. Con cada trago que dan, van acelerando el paso, hasta que resulta primero un trote y después un galope. Las calabazas suenan a la misma velocidad.
En Septiembre de 1987 en Krausirpe, con ocación de la Asamblea Constituyente de la «Federación Indígena, un viejo presentó un baile, en el cual los pasos eran muy similares a los descritos anteriormente. Lo único, eso sí, fue que él bailó solo y que no bebió.
Por otro lado, Martínez Landero (1935. 49) dice algo completamente distinto:
La danza de los nativos es individual. La mujer es la que baila. Al compás de las flautas se mueve con cierta gracia que en verdad recrea. Vestida con su mejor refajo de colores vivos, la cabeza arreglada haciendo del cabello un moño que termina en la parte superior, adornado con flores de vistosos colores. Con los brasos en jarra mueven su cuerpo con movimientos elásticos de serpiente humana, ó con bruscos movimientos que hacen temblar la agitada carne de formas precisas, hacen contorsiones del busto, cruzan las piernas colocando un pie sobre el otro, bailando en una posición difícil; bailotean con furor, con locura, hasta que les rinde la fatiga.
Este relato parece ya reflejar bailes modernos españoles o caribes, pues contradice completamente a las narraciones que hacen otros autores acerca de las costumbres y el comportamiento de las mujeres nativas. Es posible que aquí aparezca una forma especial de los naturales, quienes, para el tiempo en que Martínez Landero estuvo con ellos, ya habían recibido mucha influencia extranjera-
El día 15 de septiembre de 1987, tuve la oportunidad de observar la Danza de la Juventud. Todos hacían los mismos pasos y movimientos, al compás de un ritmo similar al Foxtrott, meciendo fuertemente las caderas. La danza era probablemente una copia de algún baile de moda que había sido visto probablemente muchos años atrás, pero había adquirido una forma muy especial.
Aquí debe recordarse nuevamente lo que se citó antes de Martínez Landero relacionado a la música, es decir, que ésta a veces es una imitación y que hay piezas que por ejemplo se llaman «La Paloma», o "El Ticute", etc. También existen aún hoy día danzas que llevan el nombre de «El Sapo», ^El jabalí"", o «El Zopilote», en los que realmente se imitan los saltos del sapo, el andar del jabalí y el vuelo pesado del zopilote, respectivamente- Otros bailes llevan nombres como "Los Enamorados", "Las Mujeres" o «Los Hombres». En este último se imita a un borracho.
Fuente:
Recopilación y extracto hecho por José Floripe Fajardo
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