domingo, 5 de octubre de 2008

EL GÜEGÜENCE EN SU VERDADERA ESENCIA

Drama Épico Nativo

Estelí, enero 30 de 1992

A través de radio, revistas, diarios, televisión, teatro, y otros medios de difusión, ha estado de moda referirse al GÜEGÜENCE, la Obra Teatral de mayor importancia de nuestro país y, por sus particularidades intrínsecas, de América Latina.

Los análisis, ensayos, opiniones y críticas de diversas naturaleza que de ella se han vertido, no han abordado el meollo de su esencia, han divagado en interpretaciones con infinitos matices ideológicos y en avén turismos diz que científico.

Ninguno de nuestros gobiernos se ha interesado por dar a conocer la realidad histórica del GÜEGÜECE; esta obra del Teatro Nacional debería tener campo especial en las materias a verse en nuestros planes de estudio, pero ha sido marginada y, lo más grave, se ha consentido el manoseo irrespetuoso que se ha venido haciendo sobre su contenido.

Popularmente, cuando se habla del GÜEGÜENCE, se refieren a unos sones y danzas folklóricas e insertan a cuatro supuestos machos bailarines; así lo presentan en nuestras Salas de Teatro y, cuando los eruditos de las altas esferas culturales del país se refieren a él, lo hacen opinando ex cátedra sobre un libreto rescatado por un cronista norteamericano de apellido Brinton y, en éste volcan todos los pareceres habidos y por haber, calificando el escrito con infinidad de apelativos que corresponden y satisfacen la ideología y la vanidad del opinante. Se atreven a afirmar que la obra es producto del mestizaje nativoamericano y español desvirtuando su verdadera esencia combativa y negándose a aceptar que el GÜEGÜENCE es un drama épico auténticamente americano expositor fidedigno del repudio del pueblo a las barbaries de la conquista y azuzador de las conciencias de los naturales en pro de la lucha férrea y perenne contra los invasores. Esta obra jamás pudo haber sido obra de mestizaje alguno.

En el libreto original de Brinton aparecen cuatro machos de carga, ellos son: Mohino, Guaxaqueño, Moto y Viejo, sencillamente machos de carga, y eran nativos entrenados (tamemes) para acarrear cargas pesadas a través de aquellos duros caminos, es a éstos a los que se refieren en los parlamentos de la obra, los nombran como animales que traen determinada carga, pero nunca cuatro machos bailarines, el macho el burro era animal de carga del español y del criollo pero no del nativo, una bestia de carga (caballo, macho o yegua) valía cien nativos, era imposible que los naturales pudieran comprar estos animales. el habitante de estas tierras entrenaba hombres fuertes de su misma gente para que le sirviera de cargador (los tamemes); lo más trastornante es que los machos bailarines que horrorosamente han inventado, se han vuelto la esencia de la obra, es el gráfico exigido para publicitar cualquier actividad artística referida al GÜEGÜENCE.

La interpretación más autorizada de este genial libreto la hizo el médico historiador y filólogo masayense, Dr. Alejandro Dávila Bolaños, después de este, el que se acerca más a la realidad de su verdadero espíritu, con cierta timidez, quizá por influencia religiosa o política, es el erudito filólogo e historiador, Lic. Carlos Mántica Abáunza.

Dávila Bolaños, contradiciendo todas las versiones anteriores, califica descarnadamente al GÜEGÜENCE, como la primera Obra de Teatro Americana (Drama Épico Indígena) de carácter nacionalista, anticatólica, y anticolonialista, demostrando en su magistral ensayo la veracidad de su afirmación. La obra de Alejandro Dávila Bolaños, ha sido proscrita, oculta, anda clandestina, se comenta a sota voces, al extremo que, cuando se realizan mesas redondas para discutir el tema, se olvidan adrede de la existencia de esta interpretación aunque en las ponencias que realizan esté implícito el exégesis del escritor ignorado sin mencionar su fuente, consideran altamente peligroso que el nicaragüense conozca esta obra dado que el contenido de este libreto aumentaría en grado sumo su espíritu libertador. La mayoría de los nicaragüenses desconocen el contenido de esta obra y cuando se refieren a ella, expresan que el GÜEGÜENCE vive en ellos y ubican su existencia en las actitudes solapadas, chistosas, vulgares, mentirosas y sinvergüenza de sus manifestaciones mundanas; a esto sólo se le puede decir barbarie.

La serie teatral , en su capítulo tal se dice llamar el libreto que rescató Brinton, no es nada más que eso, un libreto, el único que se pudo recobrar de muchísimos folletos que se escribieron con maestría inigualable para denunciar las barbaries de la conquista y hacer llegar al pueblo las consignas de lucha libertadora sin que los opresores sospecharan lo más mínimo de estos subterfugios magistralmente elaborados mediante un fuego de palabras y dobles sentidos usados en sus formidables parlamentos, valiéndose de un nahuatl oculto o más bien nahuatl corrupto (mezcla de español y nahuatl o nahuatl y español) Para dar un ejemplo de cómo funcionaba esta dualidad en el leguaje de la obra, transcribiremos párrafos de la obra comentada, extraída de el de Dávila Bolaños y el del Lic. Carlos Mántica Abáunza.

Según Dávila Bolaños, el primer parlamento del cuaderno dice: Matateco dio mispiales seños Gobernador tastuane, que traducido literalmente quiere decir, tu Dios misericordioso te guarde o gobernador insigne parlador. Pero el nativo actor en realidad dice y así lo escucha el nativo, Matateo dio miscuales señor gobernador cuascane, que en lengua nahuatl se traduce, que tu Dios te hunda señor gobernador, gran devorador.


Según Mántica Abáunza, “Veamos cómo el Güegüence se vale de ambas lenguas para delatar en Nahuatl Oculto la personalidad viciada de su hijo don Forsico, mientras enumera en castellano una serie de oficios por demás honorables que le merecerán del Gobernador la mano de su hija:

...Este mi muchacho tiene tantos oficios que hasta en la uñas tiene encajados los oficios... ha sido escultor, fundidor, repilador, piloto de altura de aquellos que se elevan hasta las nubes, carpintero, hacedor de yugos, aunque sean de papayo, hacedor de arados, aunque sean de comajoche, ya pachigüe, muyule, Señor Gobernador Tastuane... -

Si el Señor Gobernador Tastuane fuese nativo o mestizo, comprendería que su futuro yerno ha sido ladrón, haragán, cornudo, recogedor de basura, adúltero, y afrentador de maridos y que él es un devorador, porque escultor es tlacuicuic, pero tlacuilia es ladrón; fundidor es atilia, pero atleya es haragán; repicador es tlatlatzilin, pero tlataxintli es cornudo; tzon-piloto es piloto de altura, pero tsoltl-piotl es recogedor de basura (zopilote); tastuane es gran parlador, pero cuascuane es gran devorador”

El Dr. Alejandro Dávila Bolaños en extraordinaria traducción aclara agudizando más el doble sentido de este parlamento y expresa: El verdadero significado de esta intervención es el siguiente: El hijo de Güegüence ha sido escolta, cundido repicador, espía de altura. También pone de manifiesto el desconocimiento del Gobernador Tastuane sobre nuestra flora, se mencionan árboles
(papayo y comajoche) que no se pueden utilizar para construcciones fuertes como yugos y arados por ser maderas muy débiles.


Con la lectura de esta trascripción es fácil darse cuenta del artificio usado por el escritor de este libreto para aprovechar el defecto auditivo de todo aprendiz de nueva lengua y mediante palabras casi exactas dar doble significado a cada una de ellas. Esta particularidad es lo monumental del GÜGÜENCE.

Cada vez que la coyuntura lo exigía, salía a los tablados, plazas o atrios de iglesias de poblados, una obra de haciendo llegar a los lugareños los mensajes propuestos, bandos revolucionarios, consignas de guerra ante la sonriente complacencia de los todo poderosos opresores.

Debe quedar claro que el “son bailete” masivamente publicitado no es en forma alguna característica importante o imprescindible del GÜEGÜENCE. Por casualidad, el libreto incompleto que recogió Brinton, fue escrito sobre una coyuntura de instante, sobre asuntos que se estaban viviendo en ese momento, trae sones y bailes sin ninguna importancia sobre el contenido de los parlamentos que se están sucediendo en la obra. Me pregunto: ¿Cuántos cientos de libretos del GÜEGÜENCE se escribieron respondiendo a infinidad de coyunturas de aquel entonces sin recurrir a sones y bailes, que fueron sólo parlamentos acusadores y azuzantes a luchas libertadoras, para tener ahora el “son bailete” como símbolo imprescindible de nuestro inmortal obra de teatro popular? Eso de que es un son bailete o comedia bailete es el mayor de los disparates que se ha difundido a nivel mundial y, este no es un disparate ingenuo o por ignorancia, es disparate creado por los pensantes de la oligarquía criolla para ocultar la realidad de esta maravillosa y patriótica Obra de Teatro Revolucionario auténticamente nicaragüense. De una vez por todas debe entenderse que nuestro GÜGÜENCE es concretamente el primer Gran Drama Épico Nativo de la Literatura Americana

También eso de creer que el GÜEGÜENCE es sinónimo de desfachatez, mentira, simbergüenzada o vulgaridad, es otra de la aberraciones que han divulgado los eminentes pensadores de la aristocracia local. El libreto que recopiló Brinton tiene en su estructura estas características y, es así porque así lo exigía el momento, estas sinvergüenzas particularidades eran necesarias para atacar la corrupción, el contrabando y oprobiosa administración pública, así se tenía que dar eso mensajes, pero nuevamente me pregunto: ¿Cuántos libretos de esta serie se escribieron sin usar esta connotación? El GÜEGÜENCE fue ágil, variado, comunicativo, acomodaticio, adaptado a los sucesos del instante y de acuerdo al tipo de mensaje que llevaba implícito, lo único invariable en esta obra era el GÜEGÜE (el anciano) por eso se llama GÜEGÜENCE (el anciano muy viejo) la presencia del viejo era indispensable, los parlamentos que le correspondían centraba el contenido de cada libreto, la voz del viejo era lo sensato, la sabiduría, el consejo, experiencia y la ley del pueblo nativo o mestizo.

Estoy de acuerdo en que el GÜEGÜENCE vive en el nicaragüense, pero vive en su rebeldía, en su espíritu de lucha, en su tenacidad, en su amor a ser libre. El nicaragüense es GÜEGÜENCE en sí: Es digno, justo, e intransigente con todo lo que viole sus derechos Así es que vive este personaje en el alma de su pueblo.

Hay que ver bien que el GÜEGÜENCE persiste en el teatro popular de nuestro tiempo, cada socio drama actual es un güegüence moderno. El socio drama es la perennidad del güegüence en los Teatros de Plaza, en ellos va el mensaje, la consigna de lucha, ahora sin usar la dualidad bilingüe, pero es claro, directo y saetero. En el socio drama o güegüence moderno ha desaparecido el anciano (el güegüe) por esos sus libretos carecen de la firmeza en el mensaje, no hay quien centre el propósito, siempre queda la consigna diluida a la libre interpretación del observador. Debe incluirse el anciano en los socio dramas para rescatar la raíz del güegüence y hacerlo vivir de nuevo con toda su fuerza comunicativa.

El nicaragüense debe saber concretamente que es el GÜEGÜENCE, que significa, que importancia tiene en la comunicación del pueblo, que el GÜEGÜENCE vive en él, pero vive en su pureza, en su valentía, en su nobleza, y en su entrega a la afirmación constante de su dignidad.

El Imperio cada día se vuelve más fuerte, toma nuevos vigores para sostenerse sobre los débiles, cada vez más tiene nuevas experiencias sobre las resistencias populares; es obvio que para ellos y los a láteres de sus colonias, no sea correcto las discusiones o paneles sobre los misteriosos parlamentos del GÜEGÜENCE, hay que entender que este país ha sido históricamente bocado apetecido y se avizora futuro nada agradable ni promisorio, y que dentro de estas coyunturas no queda más que la defensa de lo nuestro, la lucha por conservar lo que hasta ahora hemos logrado y para planteamientos de resistencia organizada, uno de los instrumentos de lucha principales es la comunicación ágil y esclarecedora, y para esto el GÜEGÜENCE es un arma sin par, no debe enseñarse su hiriente manejo, es harto muy peligro.

Los nicaragüenses debemos entender que es sumamente necesario estudiar el GÜEGÜENCE en su verdadera dimensión, reeditarlo, revivirlo dentro de su auténtica temática, llevar a las masas, a través del Teatro Popular, los sucesos del día con sus consecuencias, tener informada a las comunidades de todo aquel acontecimiento nacional o mundial que en una u otra forma afecte sus intereses intrínsecos.

El GÜEGÜENCE no es para discutirlo, es para estudiarlo, aprenderlo y hacerlo praxis diaria, vivirlo, perennizarlo como muralla de contención contra los malos designios que ahora nos amenazan perfilándose en todas la formas de nuestra vida tercermundista. El GÜEGÜENCE es una Arma de Lucha, hay que usarlo tal cual es, con su filo, su contundencia, haciendo honor a su verdadero origen


CARLOS MÁNTICA ABÁUNZA Y SU GÜGÜENCE

Estelí, 7 de Julio del 2008

Ayer Domingo 6 de Julio del año en curso, en la segunda página del periódico nicaragüense “El Nuevo Diario” en artículo escrito por el Lic. Edgardo Barverena S., se publicó a página entera, un artículo referido en diferentes aspectos a la variada, magnífica y recia personalidad del admirado, respetado y querido investigador histórico Lic. Carlos Mántica Abáunza (Gran Chale Mántica); por el contenido del reporte se deduce que es una entrevista a la que él va respondiendo y satisfaciendo la curiosidad del periodista.

Toda la primera parte se trata de la vida prístina y abundante en todo del entrevistado, su nacimiento, su juventud, sus estudios, sus trabajos y sus inquietudes, luego el entrevistador lo lleva al mundo del habla nicaragüense y del güegüence, áreas que Chale ha estudiado en cantidad navegable y maneja a la perfección. Nadie puede negar las inexploradas profundidades que Mántica a auscultado en estas dos materias de importancia significativa para todos los nicaragüenses.

Titulo este artículo o sea porque Chale ha escrito tres o cuatro versiones sobre este personaje del teatro nicaragüense y en ellas ha expuesto argumentaciones muy suyas, aplicadas a protagonizar un güegüence imparcial, con tendencia a favorecer al imperio, olvidando la explotación, los horrores e intereses específicos de los pudientes del sistema capitalista en que históricamente se ha desenvuelto, oprimido, el nativo de nuestro país.

Revisaré unos sitas de la entrevista y haré unas reflexiones sobre las mismas:

...ha quedado reducida a la música y los bailes -

Esto es evidentemente cierto, pero ¿quiénes son los culpables de este desastre? ¿Quiénes marginaron los extraordinarios parlamentos del incomparable drama épico nativo dejando sólo la música y las danzas? Música y danza que no significan absolutamente nada dentro de la importancia sustancial de la obra que, estriba exclusivamente en sus portentosos parlamentos, aún, se puede eliminar todo lo que es danzas y sones y el drama épico no sufre absolutamente ningún daño y, esto más, de los catorce partes musicales que se ejecutan en la obra, sólo uno es de nuestro folklore, el resto son sones del folklore europeo, pero de esto no se dice nada. Esta mutilación la han realizado los manejadores de la cúpula cultural capitalista queriendo ocultar los valores patrióticos, valientes y aleccionadores de la verdadera esencia del libreto.

... se piensa que El Güegüence es un teatro de protesta en contra un gobernador español, pero la protesta es contra el contubernio de los gobernadores indios que hubo en Nicaragua dentro de gobierno español –

Si un nativo está con el honorable cargo de Gobernador, aunque éste sea nativo, está representado a la corona conquistadora y si el pueblo le protesta y le reclama, esa inconformidad popular es contra el poder de la Corona Española; nativo o castizo, el gobernador, simbolizaba la conquista y sus barbaries.. Los conquistadores se aprovechaban del malinchismo que ha existido entre los naturales de estas localidades y conociendo que un natural en ese cargo era peor que los mismos bárbaros españoles, los halagaban para ponerlos a mandar a su favor, hay que acordarse de aquellos refranes que dicen:

“No hay cosa peor que un indio repartiendo chicha” o “no hay mejor cuña que la del mismo palo”.

Estoy de acuerdo con Chale sobre que, El Güegüence no es teatro de protesta, claro, es teatro de lucha, auténtico drama épico nativo, teatro popular revolucionario, es una obra política, clasista, oriunda, anti española, anti católica, anti colonialista y anti esclavista. Ante la insistencia de Mántica sobre que el gobernador era un nativo, me pregunto; Si el gobernador era un nativo, ¿Cuál era la necesidad de escribir una obra tan difícil, tan llena de artificios lingüísticos con el fin expreso de volverla ininteligible al español? El gobernador nativo le entendería y el esfuerzo del camuflaje en los mensajes sería totalmente inútil.

...Es una obra que va más haya de lo que nos imaginamos porque tiene música, porque tiene danza y vestuario; tiene doble sentido no sólo del castellano al castellano sino del nahuatl al nahuatl -

Vemos aquí la clara intención de hacer sobresalir la música, la danza y el vestuario antes que los parlamentos con su doble intención, esencia misma del libreto.

... El Güegüence está contra la corrupción, pero al mismo tiempo es corrupto, es contrabandista, evasor de impuestos, no se responsabiliza de sus actos -

En el Macho Ratón, nombre de este capítulo de El Güegüence, libreto que se está comentando, existe el güegüence corrupto, contrabandista e irresponsable, pero es la trama la que exige al personaje con esa particularidad, con él se está denunciando a la administración española de corrupta, contrabandista e irresponsable; el personaje malandrín es casualmente para que con sus malos hábitos en discusión con las mayores autoridades del imperio, señalar ante la población como las autoridades del Cabildo Real son todos corruptos y promotores de la misma corrupción.

De la serie El Güegüence se escribieron muchos libretos, cada vez que las circunstancias lo exigía y había que enterar al pueblo de los horrores que cometían o pensaban cometer los conquistadores, organizaban en atrios o plazas obras de teatro de esta característica, donde aprovechándose del doble sentido de los parlamentos y el mal oído del español para el nahuatl, comunicaban al pueblo sus mensajes rebeldes sin que el conquistador se enterara de la verdad del asunto y no precisamente usando música, danza y personajes corruptos. Se escribieron muchos libretos de este teatro libertador, sin usar sones y danzan; otro aspecto a señalar es que, los machos bailarines que se posesionan de los escenarios y han quedado como símbolo principal de El Güegüence, no existen en la obra, en el libreto no se mencionan esos machos bailarines, se habla de cuatro machos que son el viejo, el mohino, el guajaqueño y el puntero, pero que no tienen ninguna importancia en el desarrollo del tema y además no eran machos bestia equina, eran machos, pero hombres nativos cargadores nativos fuertes que le cargaban las mercaderías al buhonero; el comerciante nativo no contaba con que comprar un macho bestia porque éstos valían el equivalente de doscientos o trescientos nativos jóvenes, sanos y fuertes. La adulteración que le han hecho a la obra es tremenda y debe denunciarse.

... en El Güegüence nunca se sabe cual es la verdad, cuando se aproximan los comicios y todo el mundo cree que va ganar fulano, a la hora de las urnas el resultado es otro. También lo encontramos en el nepotismo, adhesión incondicional a potencias extrajeras y colaboracionismo. Otra característica de El Güegüence es que para ganarse la vida se adapta a cualquier circunstancia, también es pata de perro, busca el pegue fuera del país y su espíritu además es burlón -

Lo de ver al güegüence en la práctica de los comicios, saliendo con un voto no esperado, tal vez es probable, pero encontrarlo en el nepotismo y adhesión incondicional a potencias extrajeras, es imposible, totalmente falso, las denuncias que en el Macho Ratón se hacen contra esos vicios es la prueba más contundente contra esa afirmación, ahora, eso de que para ganarse la vida se adapta a cualquier circunstancia, o de que es -pata de perro- y busca el pegue fuera del país, definitivamente eso no es del güegüence, esa es característica de cualquier pueblo con hambre, en este caso, El Güegüence lo que haría es organizar la lucha para combatir las razones del hambre.

Nuestro Güegüence, el Güegüence del Nicaragüense patriótico, del pinolero verdadero, ese güegüence vive en nosotros, pero vive en nuestra rebeldía, en nuestro espíritu de lucha, en la tenacidad y amor de ser libre; es digno, justo e intransigente con todo lo que viole sus derechos.

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