Estelí, 15 de Enero del 2005
Con mucha frecuencia se dan movimientos populistas cortoplacistas, donde se desvirtúa realidades concretas, como lo que ahora se está dando en las asonadas callejeras de la Ciudad de Managua, pretendiendo combatir el alza inusitada de los hidrocarburos y sus derivados, proponiendo elevar el pasaje de las rutas urbanas o que se les conceda indemnización pertinentes a la pérdidas supuestamente sufridas por el precio actual del combustible.- Los reclamantes son empresarios, fuertes capitalistas que no tienen como identificarse con los obreros del volante y sus ayudantes, sujetos explotados a niveles deshumanizados pero que se suman a las protestas de sus patrones obligados por el hambre, el bocado de comida que llevan diario a sus casas obtenido con el raquítico salario limosna que se les asigna por sus trabajos.- Estos millonarios empresarios, limosneros, son apoyados por cúpulas de organizaciones por intereses muy particulares que están totalmente alejados a los intereses del pueblo.-
En estas manifestaciones no se buscan soluciones concretas y de estabilidad, lo que se persigue son satisfacciones muy particulares que llenan el ego de grupos privilegiados.- Estos movimientos son dirigidos por líderes de partidos políticos que a través de sus organizaciones manipulan la voluntad popular haciendo que los actos subversivos parezcan inquietudes del pueblo y logran que los gobiernos sedan a sus exigencias sin que lo conseguido sea algo realmente positivo para las masas necesitadas, éstas son las menos importantes para los manejadores de estos supuestos descontentos, ellas sólo son vistas como carne de cañón, utilizadas para la presión que necesitan para conseguir logros que sólo satisfacen exigencias singulares a los grupos dirigentes.
La asonadas se han vuelto negocios de mucha productividad, no importa el daño que hagan al Estado, a la ciudadanía en general o a personas en lo particular que son perjudicadas por las imprudencias bandálicas de los asonados, lo único que cuenta es el beneficio que pueden sacar a través de una coerción salvaje que nada justifica.- Cuando el Gobierno sede los grupos subversivos salen enarbolando banderolas de triunfo de su supuestos justificados reclamos e inmediatamente se nota en el ambiente el germinar de una nueva asonada que lleva como estandarte otro supuesto justo reclamo.-
Estos negocios de la libre empresa en que vivimos son interminable e instituidos dentro del sistema corrupto en que ha decidido permanecer nuestra sociedad.-
Estelí, 11 de Septiembre del 2006.
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