Estelí, 20 de Julio de 1999
Las bandas de delincuentes que asolan en la actualidad con el secuestro a Nicaragua, no son conformadas por antisociales comunes, estos grupos armados dedicados a capturar hacendados para exigir dinero por su liberación son organizaciones militares altamente técnicas, muy bien entrenadas que se han organizado para montar la Industrias del Secuestro.
El secuestro como negocio ha resultado muy rentable, después de los gastos del pertrecho militar, los egresos por mantenimiento son pocos, la mayoría de la alimentación la consiguen exigiéndola a los propietarios de fincas y los ingresos son de muchos miles de dólares sin estar grabados por ningún impuesto.-
El gran hacendado, el pequeño finqueros ya no puede asistir su propiedades personalmente, si visitan sus fincas corren el riesgo de no regresar si no es mediante el pago de fuertes sumas que exigen sus captores ser asesinados por los mismos.-
Es posible que la policía nacional no tenga fondos para montar un operativo que de al traste con estos negocios modernos, pero el Gobierno de Nicaragua debería derogar una suma de dinero, como gasto imprevisto y de urgencia para financiar el operativo necesario para exterminar estas bandas criminales.-
El hecho de que no se observa en el gobierno deseo alguno por terminar con este flagelo social da mucho en que pensar y se escucha decir que esas bandas no se liquidan debido a que altos funcionarios de las elevadas esferas gubernamentales tienen intereses creados en las Industrias del Secuestro.-
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