El pedir perdón se ha vuelto moda generalizada: Pide perdón el Papa.- Pide perdón Bill Clinton.- Pide perdón Daniel. Ortega.- Pide perdón todo el mundo.- Es un nuevo look de la modernidad.-
El PERDÓN es opción privativa del ofendido, el ofensor si quiere demostrar estar conciente y arrepentido de lo actuado, debe declarar el estar conmovido, que siente mucho el haber hecho tal cosa; ahora, el ofendido tiene la potestad de perdonar o no.- Pedir PERDÓN es acto de debilidad extrema y, no ser consecuente con el maltrato que voluntaria o involuntariamente se ha causado. El que hizo algo malo, debe estar consciente de lo actuado y que merece el castigo correspondiente.- Con muestras de arrepentimiento sincero, puede ganarse el perdón, pero no mediante humillaciones pidiendo que se lo concedan.- Si se está consiente del mal que se hizo, si se está arrepentido y, si siente profundamente el hecho, entonces, el ofendido o maltratado, está en derecho de conceder perdón, no porque se lo rueguen, sino, por considerarlo bien.-
Ej. Una oración a un DIOS.
Aquí, el DIOS, está con el hacha en la mano para perdonar o no.- El confesante reconoce su culpa y consciente y valientemente se pone en manos de su Dios, le ofrece enmendarse sin pedir nada a cambio.-
Pero esto no es así en la practica. Las religiones obligan a pedir perdón para debilitar al creyente, lo necesitan sin voluntad, inclinado y sin dignidad de ninguna especie.-
El hombre honorable, íntegro, debe reconocer sus faltas y estar dispuesto al castigo, pero jamás humillarse a pedir perdón por nada, pero con espíritu dispuesto a la redención.
Un ser doblegado, humillado ante otro pidiendo perdón, es la despersonalización absoluta.- Pero un ser valientemente reconociendo sus culpas, su errores, sus ofensas, sumiendo, en todo, sus faltas y dispuesto al castigo merecido en satisfacción del ofendido, es sujeto digno del perdón si así lo considera el afectado, y si no fuese disculpado su actitud es solemne, decorosa y honrada.
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