sábado, 18 de octubre de 2008

NO TEÑIR CON SANGRE DE HERMANOS

Nuestro regio y monumental Himno Nacional tiene en su letra unos verbos que no están como escribió su autor esas magníficas líneas, los verbos fueron alterados por Somoza García cuando rescató este himno del olvido y lo instituyó como Himno Oficial de Nicaragua. Los Jefes de Gobierno que sucedieron a Somoza García no tuvieron el más mínimo interés en corregir el irrespeto que se cometió sobre esta letra, tal vez por comulgar con el pensamiento de este oprobioso tirano. Esta recordación la hice por que me quiero referir sólo a uno de los verbos alterados... En la letra original del himno, uno de sus versos dice: “ni se tiña con sangre de hermanos” Somoza García lo mandó a cantar “ni se tiñe con sangre de hermanos” aduciendo que nuestro pabellón ya no se teñía con sangre de hermanos, enarbolando esa monumental mentira, que en nuestro suelo ya no corría sangre de nicaragüenses por motivos de intereses de Estado.

Si en épocas anteriores, por iniquidades políticas, nuestro suelo vivió empapado en sangre de hermanos, producto de guerras fratricidas, asesinatos y torturas, ahora no difiere mucho en ese aspecto, quizá los hechos actuales superan bastante la cantidad de sangre de los acontecimientos pasados, con la diferencia que hoy se ocupan otros métodos para desangrar al pueblo indefenso de Nicaragua.

En las páginas de los periódicos nacionales o en los diversos noticieros de televisión, diariamente se es testigo de la danza grotesca y satánica de un sin número de millones de Dólares que giran y giran en la conciencia del desamparado pueblo nicaragüense que indefenso ve como los gamonales del gobierno y sus adláteres se embolsan millonadas de Dólares en la forma más autorizada y desvergonzada del mundo, sin que nadie pueda reclamar esa infinidad de autorizados latrocinios, mientras el pueblo sólo agacha la cabeza dispuesto a pagar todas las atrocidades que se cometen contra sus verdaderos derechos.

Hay que estar claros que las estafas, malversaciones o robos que se realizan contra los bienes del pueblo, en la forma que sea, son cascada de sangre de hermanos la que se forma con el efecto de cada uno de esos agravios. Son unos cuantos los sinvergüenzas y descarados que se enriquecen y viven como poderosos reyes sobre las espaldas laceradas de la mayoría del pueblo que gime en indefensión, bajo el escarnio de esa minoría de tránsfugas que vanpirescamente le absorben su sangre a través de los torcidos derechos que les otorga el corrompido sistema social en que vivimos.

Mientras esos cuantos se enriquecen y viven a sus anchas, la gran mayoría del pueblo sufre hambres, enfermedades, ignorancias e injusticias al por mayor y menor; los niños que mueren, las madres que fenecen, los ancianos que agoniza en miseria, todo por injusticia social, son carretadas de sangre de hermanos que manchan nuestro pabellón nacional.

Los verbos en los versos del Dr. Salomón Ibarra Mayorga, compositor de la letra de nuestro Himno Nacional, hoy más que nunca son válidos y reales, debemos cantar y sentir nuestro himno en su verdadera intención y no con la que le han querido dar los corrompidos Jefes de Estado que hemos tenido, bajo el consentimiento expreso de sus no menos putrefactos comparsas; debemos pronunciar y sentir en lo más hondo de nuestras almas, ese mensaje libertador que dictan las siguientes expresiones: Ya no ruja la voz del cañón, en vez de no ruge; ni se tiña con sangre de hermanos, en vez de ni se tiñe; brille hermosa en tu cielo, en vez de brilla, por- que pronunciarlos a como están escritos en la actualidad es bastardar la letra original y decir una mentira cruel contra nuestra verdadera existencia. Puede que cantando el himno a como debe ser, nazca de repente el anhelo de libertad que en sus líneas expresa y se desarrolle en el sentimiento del pueblo ese maravilloso “basta ya” que mande al traste, para siempre, esta situación perversa.

Estelí, 28 de Septiembre del 2006.

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